REVISTA PERUANA DE DERECHO INTERNACIONAL

ISSN: 0035-0370 / ISSN-e: 2663-0222

Tomo LXXI. Enero-Abril 2021, N°167, pp. 197-198.

Recepción: 02/03/2023. Aceptación: 05/04/2023.

DOI: https://doi.org/10.38180/rpdi.v0i0.179

 

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

 

Novak, Fabián & Namihas, Sandra. El Bicentenario de la política exterior peruana y su proyección en un mundo de cambios. Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) y Konrad Adenauer Stiftung e.V. Noviembre de 2020, 1ra. Ed., pp. 274.

La obra presenta una esquematización histórica de los lineamientos de la política exterior del Perú y se divide en dos capítulos: “Grandes derroteros de la política exterior y de la institucionalización de Torre Tagle (1981-2000)” y “La política exterior del Perú en el siglo XXI (2021-2020).

El libro aporta elementos interesantes a tener en cuenta para quienes estudiamos aspectos de la política exterior. Solo tengo algunos apuntes que corresponden a mi personal valoración en algunos temas.

En lo que respecta a la delimitación marítima con Chile, se menciona a los miembros de la delegación peruana en la controversia marítima con ese país ante la Corte Internacional de Justicia, pero se omite al Embajador Luis Marchand Stens, entonces Presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional (SPDI), quien fue designado abogado nacional para ese asunto, mediante Resolución Suprema N° 340-2011-RE del 6 de setiembre de 2011 y publicado al día siguiente en la separata de normas legales del diario oficial El Peruano.

Como sabemos, el Embajador Marchand nos dejó el 1 de agosto de 2012, pero estoy seguro que ha realizado un importante aporte jurídico a la defensa de los intereses marítimos del Perú, en el tema en particular que se le haya encomendado al interior de la delegación. Esos aportes del Embajador Marchand, cuyas copias se conservan en su casa, seguirán siendo de valiosa ayuda al Perú frente a cuestiones que Chile aún discrepa.

Respecto a “La aspiración peruana a la OCDE”, me permito disentir cuando en el último párrafo se indica que se trata de un objetivo que la estabilidad democrática y la buena imagen internacional del Perú construida en las últimas décadas son insumos que pueden facilitar el logro.

En mi opinión, no contamos con dichos insumos, al menos si consideramos que solo en los últimos cinco años hemos tenido la renuncia forzada del Presidente Kuczynski; la asunción de Martín Vizcarra; el grave deterioro de la relación Ejecutivo-Legislativo; la disolución del Congreso; dos Presidentes por un día (Vizcarra y Mercedes Aráoz); el golpe de Estado parlamentario liderado por Merino; la renuncia de Merino tras movilizaciones de los 5 suyos; la elección parlamentaria de Francisco Sagasti; y, voces irresponsables que sugieren destituir a Sagasti.

Cabe señalar que, además del tema de la gobernanza pública, el Programa País de la OCDE considera avances sustanciales en temas como transparencia y lucha contra la corrupción, así como progresos en temas medioambientales.

Respecto a la protección de las comunidades peruanas en el exterior, se refiere en la última parte, a la nueva concepción de la labor que los consulados deben cumplir en el exterior; donde también se hubiera podido proyectar la conexión, implicancia o coordinación con la labor de los eventuales congresistas que representarán a los peruanos en el exterior (PEX).

Recordemos que el año pasado se aprobó la Ley que crea el Distrito Electoral para los PEX, asignándole 2 escaños. Cabe destacar que dos miembros del Consejo Directivo de la SPDI, el Embajador Oscar Maúrtua de Romaña y el Embajador José Luis Pérez Sánchez-Cerro, sustentaron con solidez ante la Comisión de Constitución del Congreso, los propósitos principales de tal proyecto de ley.

Finalmente, en cuanto al tema medioambiental, se pudo haber dejado registro del esfuerzo conjunto de los poderes Ejecutivo y Judicial, así como del Ministerio Público y otros organismos del Estado, por promover la aprobación del denominado Acuerdo de Escazú, que fue expuesto con solvencia y valentía por el entonces Canciller, Embajador Mario López Chávarri, ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.

 

Alexander Antialón Conde