Revista Peruana de Derecho Internacional
Tomo LXXI Setiembre-Diciembre 2021 N° 169, pp. 165-171. ISSN: 2663-0222
Recepción: 30/09/2021 Aceptación: 07/11/2021
2
En ese sentido parece claro, en la percepción de mi Gobierno, que la dirección de ese
cambio, tanto en la dinámica de la OEA como de las cumbres presidenciales, se orientará a
crear un área de cooperación en las Américas donde confluyan procesos sociales y políticas
interestatales que permitan lograr los objetivos de bienestar, seguridad, desarrollo, justicia y
respeto de los derechos del hombre, armonizando en este decurso la no intervención con el
deber de cooperar y resolviendo las asimetrías, a través de un equilibrio concertado. El
equilibrio concertado supone políticas que asumen la asimetría como una realidad y la
compensan a través de medios que propenden por la participación y negociación en
condiciones de igualdad, especialmente en la agenda interamericana.
Debemos cuidar que en este proceso estén representados todos los intereses y que los
resultados de la cooperación y del funcionamiento del sistema retribuyan a todos nuestros
Estados con un balance aceptable.
En este contexto, el Gobierno del Perú entiende que, antes que poseer una dualidad
de agendas, una nueva y otra vieja, en realidad tenemos una, integrada, pero renovada. En
ella, temas tradicionales como la democracia, que nació con la constitución de la
Organización, como los derechos humanos o la seguridad hemisférica, encuentran nuevos
desafíos y estímulos de reformulación al influjo de la evolución interna de nuestros países y
del dinamismo global del sistema internacional; los temas nuevos, como la corrupción o la
lucha contra el narcotráfico, deben engarzarse en una percepción integral de nuestro trabajo.
Ciertamente, señor Presidente, la democracia es el punto crucial de la arquitectura
institucional y jurídica del sistema interamericano. Ella no es solo un régimen político, es un
derecho humano, es el derecho a tener derechos y a acceder a un sistema jurídico-político
que sea funcional a la realización y al goce de las libertades fundamentales y los derechos
humanos.
Al hacer referencia a la democracia como el eje del sistema interamericano, no puedo
dejar de referirme al proceso vivido por mi país en los últimos meses y a la participación de
la Organización de los Estados Americanos en el curso de los acontecimientos que
culminaron con el establecimiento del Gobierno constitucional transitorio que preside el
doctor Valentín Paniagua. La crisis de institucionalidad que vivió el Perú se produjo porque
se resquebrajó el Estado de Derecho y la vida democrática se limitó.
Las fuerzas y los partidos políticos del Perú, así como su sociedad civil, sus
ciudadanos, sus dirigentes políticos y su población recurrieron a sus reservas de voluntad
democrática en la fase más complicada de la crisis. Es justamente sobre la base de esa
determinación democrática que la solución a una crisis, que se originó por el
resquebrajamiento del Estado de Derecho, se solucionó utilizando única y exclusivamente
los recursos democráticos del Estado de Derecho. Creo que esta es la enseñanza más
importante que se puede derivar de esta experiencia, para todos los peruanos y
latinoamericanos.