REVISTA PERUANA DE DERECHO INTERNACIONAL

 

ISSN: 0035-0370 / ISSN-e: 2663-0222

Tomo LXXIII. Mayo-Agosto 2023, pp. 221-226.

DOI: https://doi.org/10.38180/rpdi.v73i174.402

 

HOMENAJES

 

Fernando Schwalb López-Aldana

Por Oscar Maúrtua de Romaña

 

Nació en la ciudad de Lima, Perú, el 26 de agosto de 1916. Su padre fue Don Joaquín Schwalb Ramos, de nacionalidad peruana, nacido el 13 de junio de 1880; su madre, Doña María López-Aldana Hugues, también de nacionalidad peruana, nacida el 14 de abril de 1884.

Posteriormente, en 1950, contrajo nupcias con la dama Carmen Rosa Tola Mendoza; peruana de nacimiento, con quien tuvo tres hijos. Inició sus estudios escolares en el colegio de La Recolecta de los sacerdotes del Sagrado Corazón, caracterizado por la enseñanza católica, tanto en el nivel primario como secundario. Años después, tomó la importante decisión de iniciar una carrera universitaria e ingresaría a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde cursó estudios de Historia, Letras y Filosofía, para ingresar luego a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde estudiaría la carrera de Derecho y Ciencias Políticas. Las disciplinas estudiadas por el Dr. Schwalb, vendrían a ser sólidas bases para su futura carrera en el Servicio Diplomático, pues le permitirían tener nociones transversales sobre el entorno nacional e internacional, así como un panorama mucho más amplio para entender los problemas e intereses nacionales, como mundiales, con una visión humanista.

En febrero de 1933, se admite su ingreso al Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, el cual vendría a ser su primera aproximación hacia los asuntos internacionales. En esta institución, se desempeñó como Amanuense Meritorio (redactor de escritos) y como mecanógrafo de la Sección Diplomática. En su papel de amanuense, fue promovido constantemente, pasando a desempeñar esa función en el Servicio Diplomático y en el Departamento Consular. Para 1936, pasó a ser nombrado Auxiliar Interino del Departamento Político y, al año siguiente, a prestar servicios con igual categoría en la sección América del Departamento Diplomático. Estas oportunidades le permitieron adquirir mayor experiencia para su posterior ingreso - por concurso - al Servicio Diplomático del Perú, que iniciaría con el rango de Tercer Secretario en abril de 1939 y siendo nombrado como Canciller del Departamento Comercial, previo concurso.

Al año siguiente, complementaría su nivel académico y profesional obteniendo el título de abogado por la UNMSM, lo cual fue motivo para que inicie sus estudios doctorales en 1942, especializándose en derecho público. Esto reforzó su bagaje intelectual y fue un insumo importante para continuar ascendiendo en los rangos diplomáticos, llegando a obtener el grado de Segundo Secretario en septiembre de 1943. Con esta función, fue trasladado a la Embajada del Perú en los Estados Unidos para iniciar labores diplomáticas. Luego sería ascendido al rango de Primer Secretario en marzo de 1947, y asumiendo el año siguiente de forma interina las funciones de Ministro Consejero en la misma misión diplomática.

Al año siguiente, en diciembre de 1948, pasó a situación de disponibilidad, culminando su trayectoria diplomática. No obstante, no se desvinculó de su rama académica y colaboró con revistas reconocidas en diversas publicaciones, entre ellas, la revista Jornada (1949-1950), Mundo (1950), Caretas (1956-1962), donde pasó la mayor parte de su tiempo; además de ejercer la abogacía. Años después, en 1950, prestó servicios en otras ramas de la administración pública, ocupando el cargo de Director Alterno del Banco de Reconstrucción y Fomento. Cabe resaltar que esta institución es una de las cinco que conforman el Grupo del Banco Mundial y es encargada de proporcionar financiamiento y asesorías en materia de políticas públicas para reducir los niveles de pobreza en los países y propiciar el desarrollo.

En el ámbito internacional, adquirió experiencia participando como Secretario en la Delegación Peruana ante la Asamblea de las Naciones Unidas y Delegado Alterno del Perú en la Comisión Social del Consejo Económico de la ONU. Asimismo, tuvo un papel importante como delegado en la Asamblea de la Organización de Aviación Civil (OACI), por su participación en la gestión de los proyectos, y en la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Para el año 1960, regresó al Perú y fue nombrado para integrar la Comisión Consultiva del Ministerio de Relaciones Exteriores como miembro titular. Años después, en 1963, luego de celebrarse las elecciones generales para la presidencia, fue designado para ocupar el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, para luego ser nombrado Presidente del Consejo de Ministros por el ex presidente Fernando Belaunde Terry.

Ocupando el segundo cargo más alto del Poder Ejecutivo, realizó diversas actividades en el terreno diplomático. Presidió la reunión de Jefes de Misión que tuvo lugar en París durante el mes de junio de 1964, y participó en la ceremonia de transmisión de mando supremo en la República de los Estados Unidos Mexicanos, donde fue electo Gustavo Díaz Ordaz. Para el siguiente año, asiste a la II Conferencia Interamericana Extraordinaria, la cual fue realizada en Río de Janeiro y abordó temas sobre la utilización, tanto agrícola como industrial, de los ríos y lagos internacionales. Además, participó en el XX Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Respecto a su trabajo con el Jefe de Estado, fue designado como Representante Personal del Presidente de la República en la reunión de presidentes que se realizó en la ciudad de Bogotá, en agosto de 1966 (ocasión en que tuvo la oportunidad de trabajar a sus órdenes en calidad de asistente) y fue parte de la Reunión de Jefes de Estados Americanos, realizada en Punta del Este, Uruguay. Su trabajó fue reconocido por su determinación y coordinación frente a la expresión de los intereses nacionales. Al ser reelegido Belaúnde en 1980, en agosto de dicho año, es nombrado Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Perú en los Estados Unidos de América, cargo que le fue asignado también por su previa participación en las instituciones financieras, tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Ocuparía el cargo por dos años, participando en el Grupo Consultivo del Banco Mundial y sería designado para representar al Perú en la Reunión del Grupo Consultivo de Financiamiento Internacional, realizada en la ciudad de París.

En diciembre de 1982, culminó sus funciones diplomáticas como embajador en los Estados Unidos, para luego regresar al Perú y ser designado, nuevamente, como Canciller de la República y ocupar la Presidencia del Consejo de Ministros, ello durante el segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry. Como ministro, volvió a tener una participación activa en los asuntos diplomáticos concernientes al Perú, presidiendo la delegación que representaría al Perú en la séptima conferencia de Jefes de Estado o de Gobierno en los Países No Alineados, desarrollada en marzo de 1983. En asuntos de diplomacia histórica y cultural, fue autorizado para viajar, en representación del Perú, a celebrar los actos conmemorativos por los 450 años de fundación de la ciudad de Cartagena, por invitación propia del gobierno colombiano. Además, acompañó al señor presidente del Perú en su viaje a la ciudad de Caracas, para asistir a la conmemoración del II Centenario del nacimiento de Simón Bolívar.

En materia de integración, fue designado representante plenipotenciario de la República para que asista al XXXVI Período de Sesiones Extraordinarias en la Comisión para el Acuerdo de Cartagena. Por tanto, al Canciller Schwalb se le confirieron las facultades necesarias y suficientes para suscribir los instrumentos relativos a la creación de un Sistema Andino sobre Agricultura, Seguridad Alimentaria y Conservación del Medio Ambiente, así como para la elaboración y suscripción del Programa de Caracas sobre Cooperación Científica y Tecnológica. Además, fue autorizado para representar al Presidente de la República en la Conferencia Económica Latinoamericana (CEPAL) llevada a cabo en Quito, Ecuador.

Para abril de 1984, presenta y es aceptada su renuncia al cargo de Ministro de Estado en el despacho de Relaciones Exteriores, dándole las gracias por el compromiso y servicio leal a la Nación, pero es asignado en el mes de junio como Miembro de la Comisión Consultiva del mismo ministerio. Ya en este cargo, fue nombrado embajador en la misión especial como representante del presidente de la república en la toma de posesión del presidente electo de la República Federativa de Brasil, llevada a cabo en Brasilia. En el transcurso de los años, se mantendría desempeñando funciones como consultor del Ministerio de Relaciones Exteriores, y siendo presidente de las comisiones consultivas de la misma institución.

Su vida estuvo dedicada profundamente al servicio diplomático de su país y en diversos ámbitos, caracterizado por su determinación, lealtad y firmeza en su accionar. Su larga y exhaustiva trayectoria es un insumo importante para quienes aspiran a seguir una carrera diplomática. Ello puede corroborarse con los reconocimientos y órdenes que recibió, tales como la Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz, por los servicios prestados al Estado peruano, así como diversas distinciones por países del extranjero. Además, sobre las instituciones culturales y científicas en las cuales participó, se destaca su participación como miembro del Instituto de Derecho de Minería, del Colegio de Abogados y de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional.El Doctor Schwalb, quien provenía de ancestros familiares de Bolívar, fue un demócrata cabal, quien se apartó de la carrera diplomática durante la dictadura del ochenio, habiendo sido secretario general de Acción Popular, partido fundado por Fernando Belaúnde Terry, y que lo llevó dos veces a ser Jefe de Estado. Era muy versado en Derecho Internacional, con mucha experiencia y conocimiento en inversiones y financiamiento internacional, esto es, en derecho económico internacional. Su consejo era muy valorado por el presidente Belaúnde, y siendo su Vicepresidente, siempre se caracterizó por su ecuanimidad, ponderación y sus enfoques sutiles, así como su visión integradora.

Proveniente de San Marcos, era un jurista conocedor del territorio nacional, de sus gentes y de su impronta mestiza, destacando su erudición en temas de derecho minero. Su personalidad sobria y serena, pero decidida y gallarda, contribuyó a enaltecer la tradición diplomática de Torre Tagle habiendo tenido el privilegio de visitarlo en Washington en repetidas ocasiones durante el gobierno militar (1968-1980) y tener el honor de coadyuvar a su asilo en la embajada de Colombia en Lima. Su figura pervive como impronta para las nuevas generaciones por su vocación democrática, amor al Perú y su visión integradora continental.

 

Foto en blanco y negro de un hombre con traje y corbata

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