El asilo en su forma actual aparece cuando surge la sociedad moderna. El asilo
se otorgaba en la sociedad premoderna a aquellos que cometían los delitos comunes, y
después de manera sucesiva, en la sociedad moderna, a los que cometían delitos
políticos.
Los delitos comunes pueden definirse, grosso modo, como aquellos que están
comúnmente sancionados en los códigos penales de todos los países del mundo, como
el robo, el chantaje, el homicidio, el estupro, entre otros. En cambio, los delitos políticos
son aquellos que atentan contra la vigencia del sistema político-jurídico del Estado, por
lo general estos últimos delitos suceden en los sistemas autoritarios.
2.1. El asilo ratione personae: personas protegidas
En la Edad Antigua y en el Medioevo, el asilo se otorgaba generalmente a
personas que habían cometido los delitos comunes y no a aquellos considerados los más
peligrosos por los soberanos, los que cometían los llamados delitos políticos. Lo que
sucede es que la represión de los delitos comunes se consideraba como materia de
interés principalmente de los afectados y privados, y que la justicia penal no era una
función esencial del Estado. Mientras, que el Estado debía centrarse en la represión de
los delitos políticos considerados como los más peligrosos y que afectaban la autoridad
del soberano.
En la Era Moderna, a partir de la Reforma Protestante se produce una inversión
de los conceptos. Este cambio, en el Estado moderno, se debía a que los delitos
comunes se consideraban iban en detrimento del interés público por lo que el ejercicio
de la justicia penal se consideró como una función esencial del Estado. Además, se
desarrolló la idea de la cooperación entre Estados para reprimir los delitos comunes
mediante la extradición.
2.2. El asilo ratione loci: lugares de protección
En la Antigüedad (Egipto, Grecia, Roma), y el Medioevo (Res Publicae
Christiana), los lugares de asilo eran: (1) los territorios de los Estados extranjeros, y (2)
los templos e iglesias (i.e. los lugares considerados sagrados de las iglesias oficiales).
En el Medioevo, la Iglesia Católica en virtud de este asilo podía ofrecer santuario.
En la Era Moderna, con la secularización de la sociedad moderna, el asilo
religioso perdió su significado. En adelante el asilo se daría solo en los territorios de los
Estados (i.e., asilo territorial). La base del asilo territorial es el principio de soberanía.
3. Evolución de la diplomacia y la diplomacia permanente
3.1. La diplomacia
La diplomacia, como instrumento de relaciones entre los gobiernos de los
Estados, ha existido desde los albores de la civilización y desde la aparición de los
primeros Estados en Sumeria. La primera forma histórica de diplomacia fue la itinerante
(diplomacia no permanente, especial, o ad hoc, aún vigente en la actualidad).